La propuesta para hoy es el western "solo ante el peligro", una brillante cinta que relanzó a un género demasiado acostumbrado a las historias de vaqueros e indios.
El director, Fred Zinnemann, consigue generar una tensión constante, con enorme maestría, teniendo, como escenario, al oeste y a sus personajes.
El tiempo de la narración, el montaje y la inconfundible banda sonora, a cargo de Dimitri Tiomkin, consiguen que nos encontremos ante una de las obras más importantes de Zinnemann.
Un sheriff a punto de jubilarse y en plena celebración de su boda, conoce la llegada de tres forajidos al pueblo, que anuncian, a su vez, la llegada del temido Frank Miller, con el que el sheriff Kane había tenido problemas en el pasado.
Desde ese momento hasta la hora de llegada ( en el tren de las doce), la película se desarrolla en tiempo real, contagiando al espectador con la agonía de su protagonista y un pueblo temeroso que da la espalda a su sheriff.
Además de la continua imagen del reloj, que muestra el tiempo que resta para la llegada de Miller, una de las imágenes más míticas que nos ofrece el metraje es la imagen de Cooper en mitad del poblado, solo, esperando la llegada de su terrible enemigo.
Muchos han querido ver en esta escena un cierto paralelismo con el maccarthismo y la caza de brujas, por las supuestas vinculaciones comunistas de la época.
Hay que destacar el sobresaliente papel de Gary Cooper, en el papel de sheriff Miller.