Sus efectos artesanales y su cuidada escenografía, la convierten en un metraje entretenido. Su director, Peter Medak, contó con un escaso presupuesto para la ejecución del proyecto; cuestión que no supuso ningún inconveniente, a juzgar por el resultado final.
La mezcla de imágenes, efectos sonoros y la propia música, editada décadas después, generan un ambiente de tensión y misterio, propias de un género que comienza a asentarse en la cultura popular de su época.
Es necesario reconocer la gran puesta en escena de su protagonista, George C. Scott, un auténtico desconocido, que supo sacar partido al personaje que le tocó encarnar.
Una curiosidad que me gustaría destacar es que "The changeling" ( título original), guarda algunas similitudes con el film "Los otros" de Alejandro Amenábar; de hecho, en ambas cintas el personaje del jardinero recibe el nombre de Sr. Tuttle.