sábado, 28 de noviembre de 2015

Ocho Apellidos Catalanes

Hasta el cine más previsible merece un comentario; y es que, “Ocho apellidos catalanes” se ha convertido en la película más taquillera del año: Cerca del 73% del público asistente a nuestras salas de cine, se ha decantado por la propuesta de Emilio Martínez-Lázaro. Llenar las salas de cine, en este tiempo, no es una tarea sencilla, y merece, en principio, reconocérsele tan loable hazaña, aunque la calidad de la cinta merezca reseñas aparte. “Ocho apellidos catalanes” ha venido a este gris contexto social y político “como anillo al dedo”. El chovinismo territorial, que cabalga a sus anchas, escoltado por la ignorancia propia que lo define, queda dibujado con torpes trazos marcados por el humor más sencillo y desnudo; que de eso se trata. Imagino la risa en falsete del separatista-amante, mostrando la mitad de su “pròtesi” amable, mientras maldice a su vecino de butaca con el que, además del penetrante olor a palomitas, comparte idioma y sustento administrativo. Ya lo decía Pío Baroja: “El carlismo se cura leyendo y el nacionalismo, viajando” , entiendan que la frase de Baroja, no hacía referencia a Juan Carlos Primero; y mucho menos a Artus Mas, a pesar de nuestra historia repetida y viciada. No quiero –ni debo- desembarcar en el siglo XIX; con recordar que el estreno se produjo un 20 de noviembre, me conformo. Aún aunando tantas coincidencias históricas, el filme no busca la trasgresión política; es una comedia de paso o para el paso, según se mire. La película ofrece poco trabajo a la imaginación del seguidor que sucumbió a la fresca novedad de “Ocho apellidos vascos”; el guión se despreocupa de la calidad exigible, y crea personajes planos, sin latido cómico. Aprovechan, con doliente brusquedad, la bulla socarrona y maniquea que posibilita el recuerdo fresco de su hermana mayor, para cerrar el ciclo contable de los apellidos patrios. Pretenden que el espectador se conforme dócilmente con una apuesta que nada arriesga: ni la risa victoriosa –o victoriana hilaridad-. A pesar de sus contados buenos momentos, “Ocho apellidos catalanes” será una de las películas más vista en 2015. Celebremos, al menos, ese motivo.

lunes, 23 de noviembre de 2015

El Partido Popular de Ronda y el uso de los perfiles sociales del Ayuntamiento

No saber -o no querer- diferenciar la Institución del partido es una práctica a la que los populares de Ronda nos tienen más que acostumbrados. 

Cuando el Partido Popular interviene  en un acto público, participa el partido político y no el Ayuntamiento de Ronda, por mucho que los perfiles sociales de la Administración Local jueguen a crear confusión y se les de  un uso lamentable y poco riguroso. 

Las redes sociales se han convertido en una herramienta imprescindible para el ejercicio de la comunicación, y el Ayuntamiento de Ronda ( que se constituye con los 21 concejales que forman la Corporación Municipal, y no solo el Partido Popular con sus 7 concejales) debe darles el único uso que de ellos se espera: informar sobre aquellas cuestiones del ámbito Institucional que deben ser del conocimiento de todos los ciudadanos. 








  


domingo, 22 de noviembre de 2015

Roxanne y el tango

Versiones brillantes: Roxanne y el tango. 

Sting compuso esta canción para The Police.
 A pesar de su  sonido "reggae", fue concebida para ser música de tango. 
La versión compuesta 
 para la película "Moulin Rouge" es un reflejo sincero y notable de lo que Sting quería transmitir con esta joya de la banda británica: ¡Sublime puesta en escena! 
http://youtu.be/JvcFNnwetjY