sábado, 7 de noviembre de 2015

La calumnia

La calumnia 

El gran Director de cine William Wyler logró superarse a sí mismo realizando dos versiones de esta obra de teatro adaptada para el cine y escrita en 1934 por Lillian Hellman, "The children's hour". 

Wyler sabía hacer cine, y este exquisito metraje da buena prueba de ello. Los planos utilizados y el notable montaje  fotográfico, ayudan a transmitir una enorme confluencia de emociones sin necesidad de caer en alardes vanos o de difícil encaje en la secuencia, muy  característicos en determinadas producciones actuales. 

El tema que trata Wyler, no en vano, debió resultar de especial complejidad en su tiempo; de hecho, hoy seguiría siendo una cuestión  espinosa en determinados sectores sociales: el lesbianismo. 
El director fue fiel a la idea de Hellman que simplemente utilizó el tema lésbico para profundizar en las consecuencias denigrantes y negativas que suponen la  calumnia. 
La participación de Lillian Hellman en el guión, aportó fidelidad a la idea original y fuerza al propio desarrollo de la trama. 

Llama la atención el uso de los primeros planos de la película, capaces de transmitir con fidelidad la desesperación, el miedo, la angustia, la ira, la venganza, la sorpresa, el odio o el cansancio experimentado por las grandes actrices que dan vida a los personajes inventados por Lillian Hellman. 
Audrey Hepburn, Shirley MacLaine y Fay Bainter, nominada al Oscar por su papel en el filme, aportaron un valor expositivo y dramático dignos de ese cine que es perdurable por méritos propios. 

Nunca tuve oportunidad de verla, hasta ahora; y, como no podía ser de otra forma, la recomiendo.