Al fallecer en 1732 Francisco Sanz, maestro de capilla de la Catedral de Málaga, quedó la plaza vacante e inmediatamente comenzaron las gestiones para cubrirla.
Tras leerse los memoriales de los aspirantes, se procedió a la votación para elegir al "sujeto que pareciese de mejor crédito y habilidad", que tuvo lugar a principios de noviembre del año 1732. El resultado fue el siguiente: Manuel Martín Delgado obtuvo 13 votos de 16 votantes; y por tanto, salió elegido en primer lugar. Para el segundo lugar fue propuesto Juan Francés de Iribarren, que fue votado por unanimidad, excepto un voto nulo. Martín Delgado jamás pudo tomar posesión de su cargo porque falleció
el 7 de junio en el Hospital de Santo Tomé de Málaga.
Pocos días después, Juan Francés de Iribarren dirigió una instancia al deán y cabildo de la Catedral de Málaga en estos términos:
"Illmo. Señor, Oy he tenido noticia cómo Dios había sido servido de llevarse para sí a Don Manuel Martín Delgado, Maestro de Capilla de V.S., ya que le he merecido la honrra de haverme propuesto a la Cámara en segundo lugar y haver oído algunas obras mías. Y sacrificando una y mil vezes mis deseos, que sólo son de servir a V.S. ruego a Nuestro Señor le guarde en la mayor grandeza dilatados años. Illmo. Señor. Beso las manos de su Ilustrísima su más humilde y rendido capellán. ( Firmado) Juan Francés de Iribarren.
La mayoría de las obras existentes en Málaga son partituras-borrador que el compositor preparó para que los copistas extrajesen partes sueltas.
Su composición es de clara influencia italiana y por los estudios realizados de las partituras y las Actas Capitulares se deduce que alrededor de los años 1735-55, hubo en Málaga un auténtico conjunto barroco vocal-instrumental que superaba la treintena de músicos.
Tal fue el éxito y reconocimiento del compositor barroco, que al cabildo de Málaga no le quedó más remedio que subirle el sueldo, y así impedir que Iribarren se fuese a la Catedral de Salamanca.
Su innovadora composición, así como su prolífica obra ( cerca de 1.200 composiciones conservadas) se merecen un estudio serio y riguroso.