martes, 12 de octubre de 2010

A grito vivo.

A grito vivo, han decidido un grupo de desarmados celebrar el 12 de Octubre en Madrid. A pulmón vivo pidiendo la dimisión del Presidente Zapatero. Palmeros de la derecha mariana, los de siempre, los que siempre han existido, los que viven y se alimentan del rencor ignorante hacia la izquierda, los que aplauden las tibias ocurrencias de la política conservadora de este país, los que dispersan rumores catastróficos sobre la actual crisis económica, los que odian la verdadera representatividad ciudadana porque nunca creyeron en el ciudadano, más como un tutelaje de sus designios, los que desconfían de las posibilidades de este país y de sus Instituciones, los que denigran a la clase política hasta convertirla en la tercera preocupación de los ciudadanos españoles, porque son conscientes de la lejanía que les supone la nobleza política y su defensa a ultranza.

A pulmón vivo vitoreaban, entre el sollozo irreconciliable con la vida de viudas, padres, hermanos, hijas y madres que perdieron a esposos, hijas, hermanos e hijos en acto de servicio, “Zapatero dimisión”, con el firme propósito de seguir creando desconfianza en la clase política, de seguir alimentando las miserias de aquellos que más están padeciendo el azote del mercado especulador que tantas alegrías ha dado a esta derecha rancia en tiempos menos convulsos. Y es que la derecha pretende llegar a gobernar como siempre, imponiendo doctrina y entendiendo la voz activa del ciudadano como una anécdota superable en tiempos de Democracia. Todavía no hemos escuchado una sola solución que ayude a salvaguardar los muebles patrios en esta quema del neoliberalismo que tanto gusta a Aguirre, aún no hemos oído nada, porque hacen del silencio su maquiavélica estrategia para llegar al poder, porque saben que sus soluciones no gustan al ciudadano y prefieren confundir entre tanto humo y silbido, la posible recuperación con sus nulos ejercicios democráticos, porque no quieren ganar sólo quieren que este país pierda, que la izquierda pierda para ellos estar donde siempre estuvieron.

Esconder la cabeza bajo tierra es la única aportación que el Partido Popular está haciendo para solucionar esta crisis, caldear el ambiente para sucumbir al calor de la desesperación es el peligroso juego al que entra de lleno la irresponsabilidad manifiesta de estos singulares “gestores de la política”

Pero sus vítores no convencen, no significan nada. Todos sabemos qué representa un gobierno de Derechas en este país y significa nada menos que recortes de derechos en tiempos de bonanzas, privatización del sector público, bajada de la masa salarial, recorte del presupuesto a las comunidades gobernadas por el PSOE, guerra de Irak y un larguísimo etcétera de despropósitos.

Después de todo esto, sólo me queda agradecer a nuestro Presidente Zapatero el generoso avance que ha supuesto en nuestra sociedad su buen hacer y su compromiso férreo con la ciudadanía y la democracia. ¡Viva Zapatero por muchos años!